Anotaciones sobre los cantos (Raúl Zurita)

En rigor, ninguna obra está en el pasado. Cuando leemos un libro lo ponemos delante de nuestros ojos, no detrás, y eso es, ni más ni menos, que abrirnos a una dimensión de nuestro porvenir. Leer es así una forma de futuro y para la poesía el futuro también puede ser un suceso que ocurrió hace quinientos o mil años. Hechos vastos y terribles como las guerras, las dictaduras o el holocausto tienen para el poema la misma intensidad que puede tener una gota de rocío sobre una hoja del árbol de té, que una mariposa zigzagueante entre las flores o que el brillo de una lágrima que alcanza apenas a asomarse desde unos ojos cerrados.

Para el poema, como para una vida, el fin de la humanidad o un nuevo nacimiento ya puede haber ocurrido o están ocurriendo permanentemente. El combate de Radheya y Arjuna del Mahabharata, la destrucción de Troya, la construcción de la muralla china, la conquista de América, la independencia de la India, suceden permanentemente en nuestra existencia y en la poesía.

en «Son importantes las estrellas», Universidad Diego Portales, 2017.

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