Susannah (Katherine Mansfield)

Aquella tarde se les permitió recortar tazones y cuencos de un catálogo de pañería y a la hora del té tomaron té de verdad en el juego de té de juguete. Era un bonito regalo, sin duda, aunque la tetera de las muñecas no podía echar nada incluso después de haberle clavado una aguja en el pitorro y haber soplado dentro.

Pero la tarde siguiente, que era sábado, papá llegó a casa de buen humor. Al entrar dio un portazo tan fuerte que la casa entera tembló, y le gritó a mamá desde el vestíbulo.

-¡Oh, que maravilloso de tu parte, querido! -gritó mamá-, pero también qué innecesario. Por supuesto, les va a encantar. Pero ¡gastar todo ese dinero! ¡No tendrías que haberlo hecho, querido! Lo han olvidado por completo. y ¿qué es esto? ¿Media corona?-chilló mamá-. ¡No! ¡Dos chelines, ya veo-se corrigió rápidamente-,también para gastarlos! ¡Niñas! ¡Niñas! ¡Bajad!

Y bajaron, Phyllis y Sylvia primero, Susannah más despacio.

-¿Sabéis lo que ha hecho papá?- y mamá levantó la mano. ¿Qué tenía en ella? Tres entradas de color cereza y una verde- Os ha comprado entradas. Os vais al circo esta misma tarde, las tres con la señorita Wade. ¿Qué decís?

-¡Oh mamá! ¡Es maravilloso! ¡Es maravilloso! gritaron Phyllis y Sylvia.

-¿Verdad que sí? -dijo mamá-. Corred arriba. Corred y pedirle a la señorita Wade que os prepare. No os entretengáis. ¡Venga! Las tres. (…)

en El nido de la paloma y otros cuentos. Cuentos completos. Alba editorial, 2001.

Trad. Clara Janés

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