Si es cierto que la poesía es una traducción un código para ocultar los signos al resto de la tribu ahora que estoy a solas con mi choza mientras preparo los conjuros y las pócimas puedo confesar frente a una Olivetti anterior a la guerra que cuando escribo sobre símbolos quiero decir sus ojos que cuando pongo magia en realidad estoy diciendo su mirada sin que me importe lo que se lea en los huesos calcinados en las mismas entrañas de un cordero en las hojas de té o en las líneas azules de sus manos.
Horacio Salas ( Buenos Aires, 1938) Poeta y ensayista. Ha publicado más de cuarenta títulos entre otros, en poesía: La corrupción (1969); Mate pastor (1971); Gajes del oficio, publicado en Madrid en 1979; Cuestiones personales (1985), y Dar de nuevo (2003). Han aparecido cuatro antologías de su obra, la primera en la Colección del Quinto Centenario de Madrid y las restantes en Buenos Aires en 1996. En ensayo ha dado a conocer, entre otros: La poesía de Buenos Aires (1968); Generación poética del 60 (1976), La España Barroca (1978); El tango (1986) (con diez ediciones en Argentina y que ha sido traducida al francés, al alemán, al italiano, al griego y al japonés el libro tiene edición castellana en México y Cuba); Borges, una biografía (1994); El Centenario (1996); Homero Manzi y su tiempo (2001); Lecturas de la memoria (2005). Centenario del Petróleo argentino –dos tomos- (2007).Ha recibido Primer Premio Municipal de Poesía, así como el Nacional de Ensayo. Los premios Konex de Periodismo y de Poesía. Su obra ha sido traducida a doce idiomas y poemas suyos figuran en medio centenar de antologías.
Gracias a Laura Yasán por acercar este poema al diario de té