La tetera de loza brilla apenas (Hugo Padeletti)

en la mesa aprestada.
Su brillar

parece enteramente reposar
en la forma cerrada.

La presunta
eficacia del ojo

¿no sabe de otro sesgo
para ver?

Ponemos la apariencia de las cosas
que, si en algo reposa,

es en un modo innato de aprender.
Ya no voy a ocuparme

de la flor del ciruelo,
de la lluvia que cae en el jardín,
de las hojas de jade que palpitan
en el agua de jade.

Me quedo con la impávida ventura
de la taza de té,
con la fresca humedad
de la camelia dibujada.

Ayer un ciruelo lancinante,
una lluvia que cala el corazón,
un deslumbramiento de jade
que fluye, irreparable,
por el río de jade.

Me vuelvo hacia las formas impasibles
de las flores antiguas del papel,
al amor temperado del laúd,
a la rama de incienso de los clásicos.
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Té cargado
con zumo de limón
es ambarina sangre de dragón

que retempla el destemple:
repetido,
es red para el instante desasido,

que no se evade.

Hugo Padeletti (Santa Fe 1928 – Buenos Aires 2018) Poeta y plástico argentino. Publicó: Poemas (1959), Poemas 1960-1980 (1989), Parlamentos del viento (1990), Apuntamientos en el Ashram (1991), Textos ocasionales (1994), La atención (1999), Canción de viejo (2003), Dibujos y poemas 1950-1965 (2004), Antología poética (2006), Osaturas (2014) y Guirnaldas para un luto (2015).

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