¿Jalea o mermelada?
preguntaba la mano al cerebro
mientras yo hacía volver atrás
la testaruda máquina del tiempo
para que él, encaramado,
me acariciara con sus dos manos.
No importa que se derrame el té.
Contemplación del modelo
Al ver cómo vierte el té en la taza,
gracioso esquema,
me pregunto si no está preparándose para
beber el espíritu de alguien,
una vieja obsesión.
Nada de eso, ella usa la cuchara primero
para revolver
y después como trampolín para
zambullirse en la taza,
gracioso esquema.
en Antología (1972-2004), Biblioteca Nacional, 2011.
Diario de té 