¿Conocéis al anciano que vende flores junto a la Puerta Meridional? Vive de las flores, como una abeja. Por la mañana, vende malvas y por la noche ofrece amapolas. El techo de su cabaña deja ver el azul del cielo. Su tarro de arroz siempre está vacío. Cuando ha conseguido dinero suficiente con sus flores, se dirige a un salón de té. Cuando se le ha acabado el dinero, recoge algunas flores más. Durante toda la estación de las flores, también él retoña. Todos los días pasa la jornada borracho. ¿Qué le importa que se promulguen nuevas leyes en el palacio del Emperador? ¿Qué más le da que el Gobierno descanse sobre arena? Si intentas hablar con él, no responde, sino que te brinda una sonrisa de borracho por entre sus alborotados cabellos.
trad. al inglés de Kenneth Rexroth trad. al castellano de Carlos Manzano